Las mochilas escolares son un elemento indispensable para los estudiantes, pero también puede ser una fuente de problemas si no se organiza adecuadamente. El exceso de peso pueden afectar a la salud, al rendimiento y al bienestar de los niños y niñas. En este artículo, te damos algunos consejos y recomendaciones para que tu hijos aprendan a organizar su mochila escolar de forma eficiente y saludable.
¿Por qué es importante organizar la mochila escolar?
Según un estudio, el 62,3% de los escolares de entre 11 y 14 años refiere dolor de espalda, y el peso de las mochilas es uno de los factores que influye en esta dolencia. Además, el peso de las mochilas afecta a la sensación de malestar y al rendimiento académico de los niños y niñas.
Pero otro estudio realizado en Latinoamérica encontró que el peso de las mochilas es el 13,4% ± 5,5 del peso del niño, y que hay grandes brechas entre zonas urbanas y rurales, entre escuelas públicas y privadas y entre niveles socioeconómicos.
Organizar la mochila escolar de forma adecuada puede ayudar a reducir el peso. Además, puede fomentar hábitos de orden, responsabilidad y autonomía en los estudiantes, que les servirán para su futuro.
¿Cómo organizar la mochila escolar?
A continuación, te ofrecemos algunos consejos y recomendaciones para que tu hijo o hija organice su mochila escolar de forma eficiente y saludable:
- Elegir una mochila adecuada: la mochila debe ser de buena calidad, resistente, ligera y con un tamaño proporcional al del niño o niña. Debe tener dos correas anchas y acolchadas, que se ajusten bien a los hombros y al pecho, y un respaldo también acolchado, que se adapte a la curvatura de la espalda. Es preferible que tenga varios compartimentos, para distribuir mejor el peso, y que tenga algún elemento reflectante, para mejorar la visibilidad.
- Revisar el contenido de la mochila: la mochila debe contener solo lo necesario para cada día, evitando llevar objetos innecesarios o duplicados. Es conveniente que el niño o niña revise el horario y el material que necesita para cada asignatura, y que lo prepare la noche anterior, con la supervisión de un adulto. También es importante que lleve una agenda o un cuaderno donde anote las tareas y los recordatorios, para no olvidarse de nada.
- Distribuir el peso de forma equilibrada: la mochila debe pesar como máximo el 10% del peso del niño o niña, y debe estar bien repartida entre los dos hombros. Para ello, se debe colocar los objetos más pesados y voluminosos en el compartimento más cercano a la espalda, y los más ligeros y pequeños en los laterales o en el frente. También se debe ajustar las correas para que la mochila quede pegada al cuerpo y no cuelgue por debajo de la cintura.
- La mochila debe estar ordenada de forma que el niño o niña pueda encontrar fácilmente lo que busca, sin perder tiempo ni generar estrés. Para ello, se debe agrupar el material por asignaturas, usando carpetas, separadores o fundas, y etiquetando los libros y los cuadernos. También se debe reservar un espacio para el estuche, el almuerzo, la botella de agua y otros objetos personales, como las llaves o el móvil.